Qué extraño es cuando antes de conocerla, una seguridad interior da por hecho todo ese mundo que creas en tu mente junto a ella.
Yo ya lo he hecho, he imaginado todo eso y no la conozco del todo, pero cada sonrisa me da un mundo distinto que imaginar y desear.

Para mi todo esto fue una locura, pero cuando lo vives eres el primero en cometerlas ciegamente.
Aun siendo una querida desconocida, ya estoy llamando a la puerta del señor destino para que venga y nos obligue a estar juntos de por vida.

No hace falta que me obligues le diría yo, ya que sería capaz de matarte por estar a su lado, y si no pudiera me mataría yo mismo.

Querida música, no te conozco del todo, pero cada día me gustas más.





Y quién sabe si "música" es el apodo que te pongo a tí...


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